Recién llegado a Honduras para ayudar en los proyectos educativos de ACOES Honduras, con la que llevo colaborando 7 años, me plantaron una de esas frases que siempre recordarás. Le pregunté a uno de los coordinadores si podía ayudar en algo más tras la jornada diaria. La respuesta fue: “Podría usted darle capacitación a los cipotes”.

No debió convencerle mi cara de póker y pasó a explicarme que en Honduras llaman cipotes a los chavales, a los jóvenes. Agradecido por la genital, digo… por la genial explicación, me quedé pensando aun más en el otro vocablo que había llamado mi atención: capacitación. En efecto, se refería a lo que yo traduciría como formación. Sin embargo, en lugar de usar términos como clases, lecciones, formación, profesor o maestría, en Honduras usan la palabra capacitación para designar la formación en algún aspecto específico y en un periodo de tiempo más bien corto. Así de simple.

Decidí adoptar el vocablo.

Y es que me parece un término cuidadoso, genuino, agradecido y muy acertado. Al fin y al cabo, puedes “formar” a alguien mediante la exposición de conocimientos o puedes ayudar a alguien a ser más “capaz” de desarrollar alguna competencia, habilidad o incluso esos mismos conocimientos teóricos.  A mí me resulta mucho más enriquecedor colaborar a que alguien sea más capaz de hacer algo que de saber algo. Por eso comienzo mis cursos presentándome como capacitador. No porque yo tenga la facultad mágica de otorgar poderes y habilidades a alguien sino porque propongo jugar al aprendizaje subjetivo. Aquel en el que el participante (o alumno si hablamos en el lenguaje de la formación) decide hacer propia la experiencia del aprendizaje. Yo invito, incito e insisto en la participación en dinámicas y debates pero dejo al criterio personal de cada uno la elección de hasta dónde quiere hacer suya la materia que estemos tratando.

La misma tarjeta de visita con la que me presenté en el programa – capacitación de Atención Excelente al Cliente que preparé para ACOSOL y que ha significado una experiencia muy gratificante. Algunos de los participantes han querido, generosamente, aportar sus opiniones a esta oferta de aprendizaje desde la experiencia y quisiera también agradecerles sus comentarios. Son éstos:

  • “Hacer el curso supone conocer mejor las claves del comportamiento humano.”
  •  “Recomiendo que lo hagan más personas y que interactúen. El formador pone sus cinco sentidos y ha puesto toda la carne en el asador.”
  • “Lo mejor del curso es que no es lo esperado sino que es moderno, dinámico y didáctico y, por lo tanto, enriquecedor.”
  • “Interesa profesionalmente y a nivel personal.”
  • “Merece la pena.”
  •  “Es estupendo, no solo para atender al cliente sino para la vida cotidiana. Y el formador un 10 sobre 10.”
  •  “Juan Diego ha sabido sacar de nosotros motivación.”
  •  “Deberían participar más compañeros e incluso jefes.
  •  “No lo dudéis y haced el curso. Juan Diego es muy cercano y te da mucha confianza.”

 

 

¡¡ GRACIAS POR VUESTRA PARTICIPACIÓN!!

¡ Compártelo !

About the Author: CoachingAirlines

Convierte tus Sueños en Metas y Objetivos. ¡ Te hacemos la vida más fácil !

Categorías

Leave A Comment